Cuando los dos discípulos de Juan seguían a Jesús para preguntarle en donde se quedaría, Jesús respondió con las palabras, “ Vengan y verán!” (Juan 1:39)
Jesús también nos dice vengan y verán. Nos invita a venir, pero el poder ver depende de nuestra respuesta. El plan de Dios para nosotros, es de venir primero y luego ver; primero creer y luego entender.
Esto es contrario a las expectativas del mundo, donde se entiende primero y luego quizás creer. Los orgullosos no vendrán si no ven primero.
El camino de Dios empieza al creer con el don de la fe. Después para aquellos que humilmente están de acuerdo, otro don les seguirá, cuando Dios lo elija, Dios los sorprende con el don del entendimiento.
Todo es obra Dios, y únicamente cooperando con su obra podremos empezar a ver cómo se va revelando la maravilla de los misterios de Dios.