Caridad, la alegre y generosa dirige el centro de la pintura junto con Sinceridad a la izquierda y Sabiduría a la derecha. Caridad es la principal virtud en la vida spiritual, pero están atadas juntas. Caridad sin sinceridad o sin buenas intenciones se convierte en hipocresía, mientras caridad sin sabiduría o verdad, se convierte en un disparate.
Los caritativos, los sinceros y los sabios son lo contrario de los obradores de la maldad, el hipócrita y el insensato.
Jesús amonesta a los escribas y a los fariseos por ser hipócritas y por ser ciegos e insensatos. Aquellos que dicen “Señor! Señor!, proclamando hacer muchos milagros en su nombre, les llamo obradores de la maldad.
Entonces parece ser que los tres tipos de personas que se arriesgan al escoger el infierno, son el hipócrita, el obrador de la maldad y el insensato.
Consecuentemente, para que cualquier pensamiento, palabra u obra, sea verdaderamente caritativa, debe de ser dirigida por sinceridad y guiada por sabiduría.