El gran Amen
"Por Cristo, con él y en él, a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria, por los siglos de los siglos,” a lo cual los feligreses contestan, “Amen!”
Este es el gran Amen. Así como la consagración, este es un momento durante la misa que transciende el tiempo y nos lleva a la conclusión de la vida. Este es el acto final. Nosotros que estamos presentes estamos unidos con los fieles difuntos y con aquellos que todavía les falta por nacer, y juntos realizamos la razón de nuestra existencia y la meta de la vida, que es dar gloria al Padre.
Al tener una relación con la Trinidad, nos convertimos en los herederos de Dios. Es con él y en él y en la humanidad del Divino Salvador y unidos en una sola familia por el Espíritu Santo para que se cumpla la misión de la que fuimos creados; que es adorar a Dios Padre con reverencia, y al mismo tiempo encontrar gozo en los brazos de nuestro Padre, Abba.
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Traducido al Español por Rosie Aguilar